Ir al contenido principal

Guerra de la Independencia (I)

Durante la guerra de la Independencia se dan las circunstancias propicias para la aparición y desarrollo de condecoraciones en diversas formas, para premiar o conmemorar acciones particulares, significadas o valerosas o bien de unidades concretas.
Existen premios creados en esta misma época, de carácter general, pero en la actualidad tras el estudio de numerosas piezas y colecciones particulares es posible contar al menos ciento ochenta y cinco piezas, de las que sesenta y seis serían cruces, veinticuatro medallas, noventa y un escudos de distinción —o de honor— y cuatro con otras denominaciones. En estos totales no están incluidas las del ejército británico, portugués o de otros estados como Brunswick o Hannover.
De algunas parece que sólo existe la que forma parte de la colección del Museo del Ejército. De otras sólo se conoce su existencia por las disposiciones oficiales que las nombran y se han reconstruido mediante infografías o dibujos. También hay piezas únicas en colecciones particulares.
Durante este periodo, no todas las victorias o campañas fueron premiadas con alguna distinción, sino que de serlo lo fueron muy posteriormente, por lo que constituía un honor especial el recibir éstos en fecha tan temprana y aún en periodo de guerra.
Se inicia un proceso de creación de distinciones o cruces para cada hecho bélico, incluyendo algunas derrotas heroicas, lo que supuso que al final de la guerra de la Independencia existieran varias decenas diferentes. Entre ellas se encuentran las creadas por las juntas, los consejos de regencia y más adelante por el rey Fernando VII. Las oficiales y las no oficiales. Prácticamente cada una de ellas presenta una variante para tropa (ejemplares sencillos en lámina troquelada y carente de esmaltado), a menudo más raras que la de oficial (solían incluir esmaltes), pues la mayoría de ellas se crearon varios años después de haber finalizado la guerra. Estas cruces conmemorativas se simultanearon con las órdenes de mérito y al valor militar como las de San Fernando o de Carlos III.
Igualmente hay que destacar que sobre el diseño oficial, de cada condecoración cabe admitir un ilimitado número de variantes, producto de los encargos de medallas y grabados por cuenta de los agraciados, y de las distintas interpretaciones de los artífices que las ejecutaban; en ocasiones el tamaño reducido de algunas piezas impone abreviaciones notables en el texto de las inscripciones, y en otras la economía se trasluce en la omisión de los detalles del reverso, limitándose la pieza a representar el anverso.
No ha sido posible encontrar disposición que determine la forma, dimensiones y clases de metales para la confección de los broches de que penden las medallas. La realidad indica que se confeccionaron al capricho de los interesados, siendo habitual el que éstos fueran del mismo metal que el de la medalla respectiva.
Los escudos de distinción consistían en piezas circulares u ovaladas de tela de seda o lino del color de la divisa del uniforme, y se cosían en las mangas de las casacas de los componentes de la unidad premiada con ellos. Los motivos y diseños se bordaban sobre el paño y este tipo de premios militares, al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a colores se refiere, admitían todas las variantes posibles. De los ejemplares encontrados, es habitual que el conjunto se bordara sobre paño grana, llevando las letras y cordoncillo exterior de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o blanco (tropa).
Las distinciones debían ser solicitadas a Fernando VII por escrito tras probar la permanencia en las unidades premiadas. Esto sólo lo llevaron a cabo los militares de profesión (generalmente los oficiales), ya que las clases de tropa y tropa permanecían largo tiempo en el frente y una vez desmilitarizados desconocían la creación de las mismas. También se produjeron algunas injusticias, pues oficiales transferidos a otras unidades podían solicitar las cruces por el simple hecho de pertenecer a una determinada división o ejército, sin haber estado presente en el hecho de armas que se premiaba.
En este periodo histórico se editaron cinco publicaciones oficiales que pudieron contener noticias sobre ellas: Gaceta de Madrid, Gazeta Ministerial de Sevilla, Gazeta del Gobierno, Gazeta de la Regencia y Gazeta de Madrid baxo el Gobierno de la Regencia. Existen otras publicaciones locales, diarios, gacetas, etc. donde pueden encontrarse concesiones, normalmente de carácter individual, especialmente de escudos de distinción, por lo que el trabajo de otros investigadores sacará a la luz más noticias sobre los premios concedidos por estos hechos.
Partiendo de las disposiciones señaladas en los libros clásicos sobre esta materia, de algunas de ellas no ha sido posible encontrar una referencia oficial en la Gaceta. A este respecto, animo a los lectores de este blog a remitir cualquier dato o fuente donde se citen o relacionen nuevas recompensas.
Tanto las juntas provinciales como la central crearon varias recompensas.
La Junta de Gobiernos el escudo de voluntario de Fernando VII, en junio de 1808.
La de Tarifa el escudo de voluntario distinguido de esta localidad, en junio de 1808.
La de Sevilla, el escudo y la medalla de distinción de la rendición de la escuadra francesa en junio y la medalla de distinción de Bailén el 11 de agosto de 1808.
La de Granada, el escudo de distinción por el rey, la religión y la patria en julio de 1808.
La de Extremadura, el escudo de distinción de la defensa del parque de Artillería de Madrid en octubre de 1808 y la medalla de oro de la Junta de Extremadura en abril de 1809.
La de Valencia, el escudo de distinción de la salida de los Zapadores en junio de 1808, el de honor en defensa del rey en octubre de 1808, y otro de vencer o morir en marzo de 1809.
La de Aragón el escudo de premio y distinción de Zaragoza en 16 de agosto de 1808.
La de Asturias, la cruz de la Victoria hacia agosto de 1808; los escudos de distinción del ejército asturiano y al valor en Asturias, ambos en enero de 1809. En febrero de 1809 los escudos de distinción de Peñaflor y posiblemente otro por valor y constancia y en marzo del mismo año el escudo de distinción de defensor de la justa causa.
La de Galicia en octubre de 1808 los de la toma de Bilbao.
La de Castilla en 1810 el escudo de distinción del Cristo de la Laguna.
La Junta Central Suprema en noviembre de 1808 los escudos de distinción de San Andrés y de Llansá; a finales de 1808 o principios de 1809 el de Tarancón; por real decreto de 9 de marzo de 1809 la medalla de defensor de Zaragoza; por real orden de 23 de marzo de 1809 la cruz de distinción del Norte; los escudos de distinción de Llinás por real orden de 26 de marzo de 1809 y el de Medellín por real decreto de 1 de abril de 1809. Por real orden de 27 de mayo de 1809 el de Consuegra. El escudo de patriotismo de Torralba y el de Marchena en junio de 1809 y el de Puente de Sampayo por decreto de 6 de julio de 1809. Y este mismo mes el escudo de distinción de Lobera. El escudo de distinción de la ermita de la Oliva en septiembre de 1809. La medalla de distinción por la salida de Gerona en octubre de 1809, el escudo de distinción de Villamanrique en enero de 1810 y finalmente la cruz de San Jorge en 14 de enero de 1810.
A través de otras entidades en mayo de 1809 la cruz y medalla de la villa de Alcántara y en junio de 1810 el escudo de distinción por la acción de Limés.
El Consejo de Regencia también crea varias recompensas entre el 31 de enero de 1810 y el 4 de mayo de 1814 en que sería disuelta. El 17 de enero de 1810 el escudo de honor de Vigo y Tuy. La medalla de distinción de Casa Roxa por real orden de 9 de julio de 1810. El escudo de distinción de Yanguas (septiembre). La cruz de los defensores de Gerona por real orden de 14 de septiembre de 1810. La medalla de los defensores de Astorga por real decreto de 6 de noviembre de 1810. La cruz de distinción de Talavera por real orden de 8 de diciembre de 1810. El escudo de distinción del falucho Nuestra Señora del Carmen en enero de 1811. El del sitio de Badajoz en febrero de 1811. El escudo de distinción por la reconquista de la plaza de San Fernando de Figueras por real orden de 15 de junio de 1811. La cruz y el escudo de distinción de Lerín, por real orden de 23 de julio de 1811, el del batallón de Buenos Aires por orden de 9 de octubre de 1811 y la medalla modelo de patriotismo de 25 de agosto de 1812.
Continuará ...

BIBLIOGRAFÍA
PRIETO BARRIO, Antonio "Recompensas militares en la Guerra de la Independencia en Extremadura", en Actas de las Jornadas de Historia de las Vegas Altas. La Batalla de Medellín. Don Benito; 2010; pp. 325-335
"Escudos de distinción". OMNI Revista de numismática, 15 (2021), pp. 242-267
Guerra de la Independencia: sus condecoraciones. Edición del autor, 1990. Rev. 2007.
Compendio Legislativo de Órdenes, Medallas y Condecoraciones. Edición del autor [USB]. Madrid. Actualización de octubre de 2022.
ARAGÓN MARTÍN, Luis: “Las condecoraciones de la Guerra de la Independencia”, Cuadernos del Bicentenario, 4 (2008), pp. 69-73
BENAVIDES, Antonio [et al.]: Historia de las Órdenes de Caballería y de las Condecoraciones Españolas. Madrid. Ed. José Gil Dorregaray, 1865. 2 vols.
CHAPELA REY, Jesús. Medallas y Órdenes de las guerras napoleónicas y revolucionarias (1792-1815). 2022
HERRANZ YBARRA, Rafael: “Condecoraciones de la Guerra de la Independencia (1808-1814) en Cataluña”, Álvarez de Castro y su tiempo (1719-1810). Ministerio de Defensa, 2010, pp. 172-175
MARTÍ, Francisco de Paula. Colección de las Órdenes Militares, Cruces y Medallas de distinción de España. Madrid, 1820 (Edición facsímil: Librería París-Valencia. Valencia, 1995)
QUESADA GÓMEZ, Agustín; FERRANDIS POBLACIONES, José A: “Recompensas”, Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército en la Guerra de la Independencia 1808-1814. Ministerio de Defensa, 2009, pp. 543-545

Comentarios

Entradas populares de este blog

17 de abril de 1711. Antigüedad del Arma de Ingenieros

El 17 de abril de 1711, por encargo de Felipe V, y a propuesta del Ingeniero General Jorge Próspero de Verboom, se aprueba el proyecto de organización del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Por tanto, esta fecha se considera como la antigüedad del Arma de Ingenieros. Hoy celebramos el 312 aniversario, ¡trabajando tenaces, con fortaleza, lealtad y valor!. Estos son algunos de los premios y condecoraciones especialmente destinados o relacionados con las topas de Ingenieros: - Cruz de la fuga de Madrid. - Distinciones por la salida de los Zapadores. - Escudo de distinción de los Ingenieros de Cataluña. - Premio Español Incógnito, 1843. - Premio Diruel, 1856. - Premio Español Benéfico, 1884. - Premio Osma, 1891. - Premio Vizconde de Eza. - Premio coronel Mezquita. - Premio Torner, 1914. - Premio Lago de Lanzós, 1920. - Premio Vidal Ribas, 1923. - Premio Marvá, 1926. - Premio teniente Pascual Montañés, 1926. etc.. - Medalla del concurs

Feliz Navidad

Visitar la web

Diccionario de falerística y afines (completo, PDF)

Documento completo actualizado en PDF en la web: DICCIONARIO Como de costumbre, cualquier corrección, comentario o contribución son siempre bienvenidos.