La ceremonia de presentación de cartas credenciales figura entre las más antiguas aún vigentes en el mundo y es uno de los actos más solemnes que se celebran en España. Sus orígenes se remontan al ceremonial borgoñón, que el Rey Carlos I decidió adoptar y que el Rey Felipe II estableció en 1562 en la corte española con la aprobación de las Etiquetas de Palacio. La revisión por Felipe IV en 1651 incluyó oficialmente la figura del “Conductor", que ya desde 1626 asumía la función de recibir, cuidar y agasajar a los nuevos Embajadores. Carlos III le atribuyó la competencia de “introducir" y presentarlos, pasándose a denominar “Introductor de Embajadores".
Precisamente, del siglo XVIII data el formato actual de la ceremonia, concretamente del Reglamento de 1717 del Rey Felipe V. Muchos de sus componentes, fundamentalmente la berlina de gala y el “coche de París", se incorporan a lo largo del siglo XIX durante los reinados de Isabel II y Alfonso XII. Este último monarca actualizó el ceremonial en 1875, distinguiendo a los representantes diplomáticos en función de su categoría conforme al Reglamento aprobado en Viena en 1815. A pesar de algunos cambios posteriores, esta ceremonia se ha mantenido prácticamente intacta en su desarrollo hasta nuestros días.
Su Majestad el Rey recibe la carta credencial del Sr. José Augusto de Jesús Duarte, Embajador de la República Portuguesa
Palacio Real de Madrid, 30.4.2025
© Casa de S.M. el Rey
Guardia Real
Reglamento de Ceremonial, 1717
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